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miércoles, 25 de abril de 2012

MÁS TECNOLOGÍA. MENOS PROFESORES

De toda la vida se han dado las clases con pizarra y tiza y, sin embargo, el fracaso escolar era algo de lo que apenas se hablaba. Obviamente el mundo y la sociedad han cambiado y nuestros jóvenes, los pobres, tienen tantos estímulos a su alrededor que ya no les resulta cómodo concentrarse en lo que los profesores les pretendemos enseñar a través del formato tradicional: pizarra y tiza, papel y bolígrafo, explicaciones con nuestra voz y nuestro cuerpo.
Ahora lo que se lleva es la hiperactividad, eso sí, siempre fuera del centro escolar, porque lo que es dentro, la actividad es poca. Como tienen tanto a lo que acudir deciden no prestar atención a lo que no es importante: esto es, las clases. Y de ahí el tan reiterado en nuestros días fracaso escolar.

Pero dentro de poco todo esto será parte del pasado. Ha llegado a nuestros centros la solución que todos estábamos esperando: ¡La pizarra digital! 


Según ibermática.com...
         Lapizarradigitales son el nuevo formato nacido para enriquecer la docencia hasta límites nunca vistos hasta ahora. Con esta nueva herramienta educativa se ofrece al profesor la posibilidad de dirigir sus clases utilizando un dedo o una pluma, de igual forma a como lo haría con un ratón en su ordenador. Mientras imparte clase puede manejar aplicaciones, navegar por internet y escribir con tinta digital dentro de las mismas aplicaciones y sitios web.
De esta forma, es posible hacer de las lecciones un todo más atractivo y documentado. Por ejemplo, en una asignatura de geografía, el profesor puede llevar a sus alumnos a conocer la cordillera del Himalaya con mapas digitales (que puede ampliar y minimizar a su antojo), emplear imágenes de alta resolución para ver las vistas desde el Everest y visualizar un vídeo que recree virtualmente los frecuentes movimientos sísmicos dela cordillera. Además, al finalizar la clase, podrá guardar la lección para volver a emplearla en futuras ocasiones.

Ahora solo nos falta que nos llenen las clases con más alumnos, nos obliguen a hacer cursos no remunerados y fuera del horario lectivo para aprender su funcionamiento y manejo, retirarles los deberes a los niños y, por qué no, los exámenes, para que no se estresen y no suspendan, y así evitar el fracaso escolar. Así se evitará con toda seguridad. Como no habrá que corregir ejercicios ni repasar para los exámenes, el tiempo sobrante podremos utilizarlo para entrar en tuenti, facebook o twitter y, de esta manera, acercarnos más a sus necesidades, gustos y aficiones, para que la educación se adapte a los nuevos modos de vida e intereses de la sociedad.

Atención a los datos económicos que aparecen en la página escuela20.com:


En el caso de Castilla-La Mancha el Ejecutivo central ha destinado, en el último Consejo de Ministros, un total de 6.853.989 euros para el programa Escuela 2.0. 
Inversiones 
De este montante, según detallaron, un total de 6.616.492 euros se dedicarán a realizar inversiones. Los 237.497 euros irán encaminados a hacer frente al gasto corriente de esta iniciativa. 
En concreto las inversiones que se llevarán a cabo se dirigirán al acondicionamiento digital de las aulas de los cursos de quinto y sexto curso de Primaria y de primer y segundo curso de Enseñanza Secundaria Obligatoria. 
Asimismo se dedicarán a la dotación de ordenadores para el uso personal de los alumnos de estos cursos, a la formación del profesorado y al desarrollo de contenidos educativos digitales.

Moraleja: para esto sí hay dinero, pero para contratar a profesores no, claro. ¿Y luego nos vienen con que lo importante es la calidad de la educación que reciben nuestros jóvenes? ¿A quién le importan  los alumnos cuando se toman estas medidas que sirven para camuflar la verdadera cuestión? Da igual que los estudiantes pierdan clase porque no sustituyen a los profesores que están de baja. Lo importante es que puedan tener acceso a lo que se lleva ahora, las omnipresentes nuevas tecnologías.
¿Qué será lo proximo? ¿Irnos de botellón con ellos los sábados por la noche como actividad extraescolar o ponerle un diez a quien sepa navegar por internet? ¿Dejar que jueguen a videojuegos que consisten en cortar cabezas y atropellar seres humanos para se relajen entre clase y clase?

No estoy en contra de las nuevas tecnologías, que conste, pero una cosa así en este momento es un insulto.

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