domingo, 1 de julio de 2012

EL LÉXICO FUTBOLÍSTICO

¿Te has preguntado alguna vez hasta qué punto son correctas las palabras utilizadas por los comentaristas deportivos, en especial, en los partidos de fútbol?

Durante la retransmisión de  estos encuentros, o en las noticias posteriores, solemos escuchar  continuamente palabras como despejecentrarchute, asistencia, despeje, vaselina, efecto, rondo, carrilero, desmarque o chilena. Pero, ¿están adecuadamente utilizados estos vocablos?

Siguiendo a la Real Academia de la Lengua Española, las definiciones más adecuadas para estos términos en el ámbito que nos ocupa son las siguientes.

  • DESPEJE:   En algunos deportes, acción y efecto de despejar. DESPEJAR: Resolver una situación comprometida alejando la pelota de la meta propia.
  • CENTRAR: Dicho de un jugador: en el fútbol, lanzar el balón desde un lado del terreno hacia la parte central próxima a la portería contraria.
  • CHUTE: Chile. Patada (golpe con el pie).
  • ASISTENCIA: En baloncesto y otos deportes de equipo, pase que hace un jugador a otro de su misma formación que consigue marcar o anotar. 
  • VASELINA: En el fútbol y otros deportes, disparo suave y de trayectoria muy curva que hace volar el balón por encima de uno o varios jugadores contrarios.
  • EFECTO: Movimiento giratorio que, además del de traslación, se da a una bola, pelota, etc., al impulsarla, y que la hace desviarse de su trayectoria normal.
  • DESMARQUE: 
    Acción y efecto de desmarcar o desmarcarse. DESMARCARSE: Dicho de un jugador: en algunos deportes, desplazarse para burlar al contrario que lo marca.

Por lo tanto, después de leer estas definiciones, sabemos con toda seguridad que sí son correctas estas palabras usadas en el ámbito del fútbol. Pero, ¿qué pasa con las otras?


La RAE no recoge en su diccionario "rechace", por lo que se considera una voz inexistente en nuestro idioma. La palabra que debería utilizarse es "rechazo". 

Parece ser que cada vez los comentaristas deportivos se preocupan más por la incorporación de la utilización correcta de este término, aunque siguen siendo numerosos los ejemplos de casos en los que se utiliza el erróneo. Es bastante probable que el término correcto acabe imponiéndose al que no lo es, dado que en la pronunciación se trata solo de cambiar un sonido vocálico por otro. 

Otra palabra usada con cierta frecuencia en las narraciones deportivas es "rondo". No hay que confundirla con "rondó" (con tilde) definido por la Real Academia como composición musical cuyo tema se insinúa o repite varias veces. Nuestros académicos no se pronuncian ante el término "rondo" como sustantivo, aunque sí existe el verbo "rondar", cuyo significado es dar vueltas alrededor de algo. En el caso que nos ocupa el que da vueltas es el balón, ya que según el diccionario futbolístico de lasprovincias.es  el rondo es una forma de entrenamiento en que varios jugadores colocados en círculo se pasan el balón mientras otro que está en el centro trata de interceptarlo. Hay que señalar que cuando los periodistas usan este neologismo lo hacen referido a los partidos oficiales, no a los entrenamientos, por lo que el jugador que pelea por la pelota es del equipo contrario. 


Siguiendo con el vocabulario del balompié nos encontramos con "carrilero". Esta palabra cuenta en el diccionario con dos acepciones: una, sinónimo de embaucador y, otra, que dice cosas sin fundamento, ambas recogidas en el español hablado en Chile. Sin embargo, ninguna de ellas nos encaja con la de futbolista que desarrolla su juego por una de las dos bandas del campo, como recoge el anteriormente cintado diccionario de fútbol. En wikipedia se define como defensor libre por la banda


Otro caso controvertido es el de la palabra "chilena", que se ha sustantivado, pero que en realidad sería un adjetivo referido a la procedencia de un tipo de patada. En el diccionario de la RAE no aparece esta palabra sustantivada. Solo la vemos como  adjetivo que indica la pertenencia a ese país de América. Tampoco aparece referida a un tipo de patada si buscamos esta entrada. Sin embargo todo el mundo sabe lo que es una chilena. En "la enciclopedia libre" se define de la siguiente manera:  es una maniobra en el fútbol que consiste en patear el balón alto, con el cuerpo formando 90° con la vertical, elevando las piernas hacia adelante y empujando el balón sobre el cuerpo mientras se está suspendido de espalda en el aire, sin apoyarse en el suelo. Se considera un lujo realizar esta maniobra correctamente, más aún cuando se logra el cometido de convertir un gol


La pregunta es: ¿por qué se usan palabras incorrectas en los medios de comunicación de masas? ¿Es que los periodistas no se informan  de lo que es correcto y  no lo es a la hora de utilizar nuestra lengua para realizar lo mejor posible su trabajo? 


¿Deben por ello los comentaristas deportivos prescindir de las palabras no recogidas por la RAE? La respuesta es clara. En la evolución del lenguaje lo que prima es el uso que hace el pueblo del mismo. En este sentido tiene una importancia capital la llamada economía lingüística que, como su propio nombre indica, se refiere al gusto por el hablante de elegir para decir las cosas la manera más corta, práctica, cómoda o fácil que le sea posible. 


¿Deben entonces admitirse estos "errores"? La verdad es que la lengua está viva, evoluciona "a su amor" y no se le puede ordenar al pueblo que use o deje de usar una palabra. Ni siquiera la Academia es capaz de imponer un uso a los hablantes. Se pueden dar recomendaciones de uso correcto pero, al fin y al cabo, es la comunidad lingüística la que con su uso hace el idioma. Y la Academia no tendrá por menos que acabar aceptando ciertos términos cuando determine que ha pasado el tiempo necesario como para que se consolide en la sociedad como única posibilidad y que la palabra en sí haya sido utilizada habitualmente por personas cultas consideradas criterios de autoridad, como serían, en este caso, periodistas de renombre y alta trayectoria profesional. 


En cualquier caso, el argumento que muchos argüirían para defenderse sería el de: si no existe una palabra para decir algo, ¿por qué no inventarla?