Esas
frases típicas de madre...
Elena Mengual | Madrid (El mundo, 05-05-2012)
Este domingo millones de personas
se reunirán con sus progenitoras para celebrar el Día de la Madre. Citas que,
ineludiblemente, terminarán de la misma manera. "Abrígate, que
hace frío"; "Tápate la barriga que te vas a enfriar. Qué manía
con esos pantalones que dejan el tanga al aire": "Eso que llevas, ¿es
un vestido o una camiseta?"; "A ver si te cortas el pelo, que lo
llevas siempre en los ojos"; y, por supuesto: "Ten
cuidado". ¿De qué? Así, en general. De todo.
Abrumar con consejos a
los hijos, y, sobre todo, a las hijas, parece connatural a la maternidad. Y
además, demuestra la efectividad de una de las máximas de la propaganda: un
mensaje muchas veces repetido al final termina por calar. Y hondo. Porque, ¿quién
no se ha planteado si podía bañarse o debía esperar las dos horas de digestión?.
"Por si acaso hija, por si
acaso" o "Bébete el zumo antes de que se le vayan las
vitaminas" son algunas de esas frases grabadas a fuego en la
materia gris. Y detonantes de discusiones típicas de adolescente, con la salvedad
de que ninguno de los protagonistas cumple ya los 30. Ni los 40 ni los 50
muchas veces. Porque para una 'drama mamá', término acuñado por la periodista Amaya
Ascunce, sus hijos siempre serán bebés, aunque peinen canas,
hayan recorrido medio globo terráqueo, tengan descendencia propia o un sillón
en la RAE.
Ascunce ha recopilado esos
consejos (101 en concreto) en 'Cómo
no ser una drama mamá' (Planeta), un relato irónico que empezó
como blog y,
visto su éxito, ha decidido llevar al papel. En él, además de esas frases 'de
madre', se puede encontrar la opinión de Javier Urra y Rocío Ramos-Paúl -"que aportan algo de
racionalidad a la historia"-, así como la de lectores anónimos. Porque con
esta experiencia, Ascunce descubrió que no era la única 'drama hija', después
de que lectores como Queta le confesaran que desinfectaba la casa antes de que
la visitara su madre.
La autora analiza con humor esas
frases, su contexto, consecuencias y excepciones. Y aunque su ausencia
de carácter científico queda más que patente -ha consultado incluso al
servicio pediátrico del Hospital Niño Jesús-, reconoce su efectividad:
"Tengo una vida llena de 'por si acasos' y 'planes B'".
Pregunta.- ¿Qué es una
drama-mamá? ¿No es una mamá a secas? ¿No es el 'drama' connatural a la madre?
Es una mamá normal pero que te
aterroriza de más por si acaso piensas en no obedecerla. Ante la duda, ella te
repite las cosas 20.000 veces y le añade este componente de miedo. Una
madre normal te diría: "No te tragues chicles, que es malo para la
tripa". Una 'drama mamá' te dice que si lo haces se te pegarán las tripas,
de modo que tú te vas a la cama aterrorizada pensando si podrás vivir con los
intestinos pegados. A la 'drama mamá' le pierden las formas
P.-¿Y por qué decidió
desahogarse en un blog?
Un día me llamó mi madre por
teléfono, y antes de colgar me dijo que apagara los fuegos antes de
salir de casa. Me lo repite tantas veces, es tan absurdo... Como si fuera
una pirómana. ¡Si yo nunca he quemado ninguna casa! Entonces me pregunté:
"¿Cuántas de estas cosas que tanto me pesan como hija me ha dicho y por
qué me las dice?" Me puse a apuntar, y en un momento me salieron más de
cien. Primero pensé en un libro. Pero por falta de tiempo opté por un blog. Me
parecía interesante que la gente me pudiera comentar las cosas.
P.- Y gracias a esos lectores
descubrió que el mundo estaba lleno de 'drama madres'
Me hizo mucha gracia que cosas
que yo pensaba que sólo las decía de mi madre, o se decían en mi pueblo,
resulta que también se dicen en Argentina o Colombia. De repente
descubrí que somos muchos los que hemos ido disfrazados de basura al
colegio [ese disfraz tan socorrido consistente en una bolsa de basura
con agujeros]. He incluido algunas de sus historias porque sus madres eran
incluso peores que la mía.
P.- De modo que lo que empezó
como una catarsis terminó siendo una terapia de grupo
Cuando todo empezó, yo estaba
enfadada con mi madre porque estaba especialmente pesada diciéndome lo que
tenía que hacer y cómo enfocar mi vida. Necesitaba soltar lastre. Y al final,
se me ha dado la vuelta. Incluso le he cogido cariño a esa actitud.
Antes me enfadaba mucho cuando me decía que me retirara el pelo de la cara
-como me ha dicho estos días cada vez que voy a una entrevista-, porque no me
parecía algo importante y siempre estábamos discutiendo por esa tontería. Ahora
me hace gracia saber que hay tantas madres que siguen siendo tan pesadas con
sus hijas, e inclusome ha reconciliado con esa parte que a ella le lleva a
intentar seguir educándome.
P.- ¿Es inevitable que uno se
sorprenda a sí mismo profiriendo esa frase materna que tanto odiaba?
Algunas son inevitables. Ahora,
yo espero no decirle nunca a mi hijo eso de que "el negro del
plátano está buenísimo", porque no lo está. Pero es verdad que tengo
mi vida llena de "por si acasos", porque mi madre se ha preocupado de
inculcarme eso.
P.- ¿Cuál es la máxima más
universal?
¡Fíjate que yo pensaba que
"Esto ya pasa de castaño oscuro" era una frase de mi madre! Todas son
universales: la del chicle y las tripas, la de "¿Te crees que soy
la dueña del Banco de España?" en sus diferentes versiones (la
dueña de Telefónica, la dueña de Iberduero, piensas que tengo acciones en
Fenosa...)
P.- ¿Y cuál le ha calado
hondo?
La que más hondo me ha calado es
una idea que ella verbaliza a través de muchos consejos, como "hasta
que no se rompe no se compra otro" o "lo negro del plátano
está bueno". Es una forma de inculcarme que hay que valorar las
cosas. Es difícil ser caprichoso si no te conceden caprichos de pequeño; tu
tolerancia a la frustración es mayor. Y no me parece mala idea. El problema,
como decía antes, son las formas de la 'drama madre'. No pasa nada
porque una vez te disfracen de princesa. Una vez. No es necesario con cuatro
años ser la niña más fea del carnaval, disfrazada de vieja chocha con unas
gafas y unos dientes horribles.
P.- ¿Y por qué esas madres,
cuando se convierten en abuelas, olvidan todos sus consejos y son las más consentidoras
del mundo?
Supongo que ya no tienen la
responsabilidad y el miedo lo enfocan hacia ti, no hacia tus hijos. Porque ser
'drama mamá' en realidad tiene que ver con el miedo: que cojas frío, que te
caigas, que te pase algo, que sufras, en definitiva.
P.- En el libro analiza
racionalmente algunas de esas máximas, consultando hasta a pediatras
Hablar sobre la maternidad es muy
arriesgado, la gente se lo toma muy en serio. En el blog me pusieron cosas muy
duras. Me escribió un psicoanalista diciendo que tenía que ir a terapia,
que difícilmente podía superar la madre que tenía simplemente escribiéndolo en
un blog... Me pareció necesario poner un poco de cordura a algunas partes. Por
ejemplo, cuando publiqué un 'post' diciendo que no es necesario guardar dos
horas de digestión, me escribió mucha gente indignada, aludiendo a muertes de
niños. Me pareció importante explicar que la causa del corte de digestión era
el cambio drástico de temperatura.
P.- ¿Por qué 101 frases
exactamente?
En mi casa se dice: "A
la 101 se rompe". Me lo decían cuando jugaba a golpear algo con una
cuchara, o pulsaba el interruptor de la luz. En algún momento tenía que parar.
ESAS FRASES DE MADRE
No te asomes a las ventanas
(…) Esta frase solo debe utilizarse "en caso de tornado,
huracán, tsunami, plaga de langostas y juicio final".
Si te duermes con el pelo
mojado, te puede dar un aire. Ascunce asegura tener
"terror a los aires, aunque sin certeza de qué narices son".
Cierra la puerta al salir
de casa. "Las puertas de las casas solo se abren para
entrar y para salir, el resto del tiempo están cerradas". En algún caso,
además de la puerta, "¡había que apagar el gas!".
Cuando seas madre, comerás
huevos. "¿Cómo puede uno desarrollarse como ser humano sin
haber pasado por esa frasecita? ¡Forma parte de la existencia!". Retírate
el pelo de la cara. "Aunque tengas 33 años, las madres lo son toda la vida
y con eso se ganan el derecho a decirte todo los que les parezca (…) ¡durante
toda la vida!".
Los interruptores de la luz
también se limpian. "Sufro cuando mi madre va a venir a mi casa
por si hay algún objeto en el que yo jamás haya reparado". Llega una edad,
nena, en la que tienes que elegir entre culo o cara. "Me hizo sentirme
vieja con 17 años".
Por si acaso, nena, por si
acaso. "Tengo una vida llena de por si acasos y planes B (…) Va
a ser difícil no usar este consejo".
Como tenga que ir yo... "Me
gusta este consejo. Es más, estoy deseando tener hijos para decirlo".
Si te bebes la leche de
alguien, qué menos que tener un detalle. "Una gran
metáfora". Otra versión dice que "Es de bien nacidos ser
agradecidos".
Si te tragas un chicle, se
te van a pegar las tripas. "¡¡¡¡¡¡¡AHHHHHHHHHH!!!!!!! (…) ¿Por
qué dejan al alcance de los niños un objeto tan dañino?".
Échate un novio pudiente,
creyente y sin pendiente. "La nena ha oído y se queda
ojiplática".
Tómate el zumo rápido que
se le van las vitaminas. "Tomarme un zumo de naranja me provoca
estrés. Tengo la sensación de que me estoy perdiendo lo mejor".
Algo habrás hecho tú.
"Mamá, me han castigado en el colegio porque dicen que he copiado, y yo no
era". "Algo habrás hecho tú (…)" Cada vez que pasa algo en 20
kilómetros a la redonda, me pregunto ¿habré sido yo?.
Si no te lo comes para
cenar, pues para desayunar. "Quitando mi desorden horario, como
de todo. Bueno, casi, casi".
Como sigas llorando, te voy a dar una
razón para que llores de verdad. "No lloro. Casi nada. Y cuando lloro,
lo hago con rabia (…) Tengo que aprender a llorar como la gente normal, sin
remordimientos".
Los cromos que te regalan
en la puerta del cole llevan droga. "¡Mamá, era marketing,
marketing!".
Nunca compres solo dos
patatas, eso es de gente triste. "Lo he superado. Eso sí, por
el camino he tirado cantidades ingentes de comida podrida, sobre todo patatas·.
No
hables bajito, la gente que habla bajito tiene miedo al qué dirán. "No
lo entiendo. Hablar alto, que para mi madre también significa claro, es una
virtud".
Nena, ponte recta, si andas
encogida te va a salir chepa. "Si ve que mis futuros hijos no
van rectos, les apuntaré a ballet, natación o les llevaré al médico".
Si eres mayor para
trasnochar, también para madrugar. "Uf. Algo de razón
tenía".
¡Ni chocolate ni chocolata!
Esto me duele más a mí que
a ti. "Vamos mamá, un poquito de seriedad: no te dolía nada de
nada, ni siquiera un poquito".
Y si Martita se tira por la
ventana… "Pues yo detrás, mamá, porque soy un ser sin
personalidad (…) Esta frase me ponía, y me pone, de los nervios".
Quien tiende bien, plancha
la mitad. "Lo tengo que reconocer: mi madre tiene razón. Un
gran consejo. Estupendo. Pura sabiduría de madre".
Como te caigas,
vas a cobrar. "Dicho y hecho (…) Es un superpoder de madres"
¿Crees
que soy la dueña del Banco de España? "Pues sí, mamá".
Bah, esos pelos se ponen
rubios con el sol y ni se ven. "Me pasaba el rato en el agua
para que nadie me viera".
Abrígate que viene un
frente. "Incluso ahora que vivo lejos de mi madre, me llama y
me informa".